Miembro del Grupo Hepta, toma parte como sensitivo de las investigaciones del programa Cuarto Milenio desde hace varias temporadas*
LLEGÓ PARA QUEDARSE A CUARTO MILENIO HACE CASI UNA DÉCADA. CONVIRTIÉNDOSE EN UNA PERMANENTE FUENTE DE SORPRESAS COMO CONSECUENCIA DE SU CAPACIDAD PARA EXPLORAR LO INVISIBLE. ÉL ES EL CONTRAPUNTO “PSÍQUICO” A LO QUE REGISTRAN LOS APARATOS Y APORTAN LOS TESTIGOS. EN NOVIEMBRE LE TENDREMOS NUEVAMENTE EN CANARIAS.
-¿Cuando descubriste que tenías el don, la desgracia, o la habilidad de ver lo invisible, el más allá?
Si mal no recuerdo con seis o siete años. A esa edad tuve algo de conciencia de este estado psico-biológico, que es lo que considero que es. No lo veo como un don o una habilidad. Es un estado que, creo, todos tenemos pero que algunas personas desarrollan más que otras. hay otras que lo hacen de manera desordenada y poco aconsejable y, también, hay quienes no lo desarrollan o perciben.
Siempre pongo el ejemplo de que es como una radio. Todos tenemos una y hay algunas personas que sintonizan el dial de manera más rápida y directa que otras y otras que nunca la encienden, no sienten interés en hacerlo, no saben usarla, la usan mal o, simplemente, no les interesa usarla. Se que este es un tema bastante peculiar y que parece raro tocarlo pero, en el fondo, no deja de ser un aspecto más de nuestra sensibilidad. Y no tiene nada que ver con muchas de las cosas a las que se le asocia y que desvirtúan su naturaleza.
-¿Cómo es tu mediumnidad? ¿Les ves, les oyes, los sientes..?
El ejemplo de la radio que he puesto me lo aplico directamente. Soy consciente de que tengo que estar a lo que tengo que estar y esto implica responsabilidad y disciplina. No se trata de estar todo el tiempo enfocado a ello pues mi día a día y mis actividades requieren mi atención. No vivo por y para ello, es parte de mí.
En mi caso esto se produce con naturalidad, siempre teniendo en cuenta determinadas pautas que la propia vida, mi naturaleza, el tiempo, la curiosidad y el conocimiento me han mostrado. No es un oráculo ni una materia a la que pueda recurrir las 24 horas del día. No depende de mí en el sentido de conectar y que todo se produzca, no creo en esa especie de automatismo en la que parece que, como en las cadenas de comida rápida, se pueda hacer un pedido y automáticamente se conecte con otra realidad y con los seres llamados, eso me parece muy sospechoso.
En mi es como un proceso en el que siento determinadas pautas que se van produciendo con calma y concentración, aunque sea algo que lo tengo bastante interioridad para no perder el sentido común y estar atento a todo. Una vez en él, es como ver pero con una menor densidad. Digo ver teniendo en cuenta que puede que se trate de un proceso cerebral que se vale de mis ojos como apoyo sensorial. Lo mismo ocurre con oírles o sentirles. La aproximación pasa por un proceso.
-Tu trayectoria profesional tiene un rumbo muy diferente, eres un tipo que ha triunfado en el sector de la música?
Trabajo en el departamento de comunicación de una empresa relacionada con eventos musicales. Llevo mucho tiempo allí y es un gusto poder hacerlo pues es trabajar en algo que se relaciona directamente con mi pasión por la música. En ese sentido sí creo que es algo muy bonito poder trabajar en algo que compagina algo que me motiva tanto. No sé si es un triunfo, pero sí sé que estoy agradecido por ello.
-Formas parte de uno de los grupos de investigación con más historia y más respetados de España, el Grupo Hepta, ¿cómo lo valoras?
Para mí es un honor ser parte del Grupo. Muchas veces el verdadero misterio está en lo que no se ve, pero se vive. En ese sentido es una de las cosas que más noto en nuestras vivencias. Las investigaciones con mis compañeros son, muchas veces, buenas ocasiones para pensar, compartir, experimentar y debatir sobre mil temas que, al final, siempre me dejan el sabor de haber aprendido. Además, hay algo muy importante en el Grupo, y es el afecto que nos tenemos.
-¿Por qué decidiste visibilizar de manera tan abierta tu don sumándote al equipo de Cuarto Milenio? ¿No temiste que te perjudicara profesionalmente?
Llegó de una manera muy natural. Un día me llamó Carlos Largo, a quien tengo mucho aprecio desde que le conocí, y me preguntó si me interesaba colaborar con el programa pues Iker y el equipo lo estaban. Pensé que era una buena manera de aportar algo de mi perspectiva y también de vivir nuevas experiencias de misterio porque siempre me ha apasionado en varios de sus temas. Además, sentía que podía confiar en ellos y es algo que sigo sintiendo. Son muy cálidos y respetuosos conmigo, es así. Una de las cosas básicas que hay entre el programa y yo, y que propuse desde el principio, es que si no hay no hay, no voy a inventar nada. Y ellos estuvieron totalmente de acuerdo. Eso es así, tanto como que siempre que me llaman nunca me dicen a qué lugar vamos. Siempre es emocionante y me supone un avance personal.
Al aceptar pensé que no me perjudicaría profesionalmente por una razón: no ejerzo de médium ni me dedico a ello. Mi trabajo está orientado a otras cosas y desde hace ya muchos años intento hacerlo bien. Hay que estar en lo que hay que estar y cada cosa tiene su momento. Además, esto es algo que es parte de mi vida y quienes me conocen saben que es así y, afortunadamente, nunca he tenido problemas por ello.
-¿Existe una doble moral hacia los temas habituales de Cuarto Milenio, especialmente hacia los relacionados con la supervivencia tras la muerte y sus manifestaciones? Es decir, públicamente hay que gente que siente respetable negando y en privado confiesan sus propias vivencias…
Sí, como en la vida, hay muchas veces una doble moral respecto a lo que somos y lo que queremos aparentar. El misterio, abarcando a la gente en general como a quienes están dentro investigando u opinando, tiene muchas veces ese doble rasero. Pero es porque, gracias a los flacos favores de determinados personajes peculiares, sinvergüenzas o alucinados, y a determinadas actitudes, se ha folclorizado para mal estos temas.
Si a eso le sumamos la descabellada idea que tienen algunos de pensar que a quienes les interesan son personas de bajo nivel cultural, de análisis y crítica, veremos que es evidente que muchos no quieran que la gente piense que les inquietan o llaman la atención. Pero, como decía mi abuela, por el agujero más pequeño se escapa todo el aire. Creo que lo peor, estés en la posición que estés, es desestimar, estereotipar, burlarte o afirmar o negar por defecto. El misterio es parte de la vida y eso implica matices y tonalidades. Para eso está el sentido común de cada uno y de las herramientas que tengamos.
Personalmente, como con Hepta, he vivido situaciones así. De gente que negando o diciendo que todo es demostrable y que todo es falso luego se ha acercado para decir que le ha pasado algo o que alguna vez le ha ocurrido y que cree en determinadas cosas o las siente, pero que tiene que mantener su postura…
José Gregorio González
*Esta entrevista tuvo lugar en octubre de 2018. Ahora Aldo Linares regresa a Canarias en noviembre para, por primera vez en las islas, compartir sus experiencias en un taller.